martes, 22 de diciembre de 2009
La línea negra
lunes, 7 de diciembre de 2009
Pisando los talones
lunes, 23 de noviembre de 2009
El juego del ángel
sábado, 14 de noviembre de 2009
Déjame entrar
miércoles, 28 de octubre de 2009
Orgullo y prejuicio y zombis
lunes, 26 de octubre de 2009
La conjura de los necios

Me encanta que me regalen libros por mi cumpleaños. Parece para muchos la solución fácil de cumplir con un regalo, pero me encanta y me sorprende descubrir lo que la gente piensa que me puede gustar. La mayoría de las veces, caen los mayores éxitos de ventas comprados a última hora en el Carrefour, pero también hay gente que se molesta más. Que se va a una librería de verdad y elige un título menos típico o bien porque se lo haya leído y lo quiera compartir o bien porque piense que por el autor o la trama me pueda interesar.
De este modo cayó en mis manos hace muchos años ‘La conjura de los necios’. Había oído hablar del libro, pero una historia protagonizada por un tipo repulsivo, cochino, con un sobrepeso de asustar y con unas ideas poco menos que extravagantes no me animaba a abordar la lectura. Tardé en decidirme, y tardé en cogerle el humor al tipo zafio del gorro de piloto que nos contaba sus peripecias. Pero superados los prejuicios iniciales, comencé a adorar a Ignatius J. Reilly, a su humor maleducado y sin tapujos. Leí con verdadera avidez sus aventuras, que me provocaban verdaderas carcajadas.
La trama, en principio sencilla nos lleva a ver como Ignatius, un ser obeso y excéntrico vive en casa de su madre, se pasa los días escribiendo en cientos de cuadernos sus ideas y su visión del mundo con la esperanza de algún día publicarlos. Pero por azares de la vida se ve obligado a salir de casa a buscar trabajo. Las aventuras vividas y la agitación que despierta en su entorno son la base del libro que nos lleva a ver como intenta desenvolverse en un mundo capitalista muy alejado de la moral que él piensa que debe dominar el mundo.
Una lectura interesantísima, con un ritmo sorprendente y una prosa ágil y elaborada que hacen que las páginas vuelen.
martes, 15 de septiembre de 2009
Canción de Hielo y Fuego

Como estreno en este estupendo blog, y como agradecimiento a invitarme a participar, me atrevo con la reseña de una saga que me ha fascinado desde el primer libro, y aunque me queden dos para terminarla (aún no se han publicado) me atrevo a recomendar la lectura de los cinco libros disponibles.
Canción de hielo y fuego
George R. R. Martin
Los amantes de la fantasía estamos de enhorabuena. La saga creada por Martin nos transporta de nuevo a un mundo fantástico e irreal pero al tiempo tan sólido y bien cimentado como lo era La Tierra Media. Una mezcla de fantasía, literatura medieval, aventuras y guerras que nos transportan desde la primera página a Los Siete Reinos y nos hacen vivir con cada uno de los personajes el Juego de Tronos.
El primero de los libros, Juego de Tronos sorprende por varias cosas: una prosa riquísima y detallada, genialmente traducida al castellano. Cada capítulo está contado desde el punto de vista de cada uno de los personajes, de esta forma podemos ver la historia desde diferentes ángulos que se cruzan entre sí. Asimismo se hace difícil clasificar a determinados personajes como buenos o malos, puesto que sus personalidades y acciones se justifican plenamente cuando se narra la acción desde su lado.
Los personajes, desde el primero al último son imprescindibles. Van desgranando con sus acciones una historia de guerras, traiciones, estrategias y relaciones magistralmente concebida.
Las estaciones duran años en Los Siete Reinos. Tras diez años de verano, se avecina el invierno.
Tras la muerte de Robert en circunstancias cuestionables, comienza una lucha de poder entre las casas Stark, Lannister y Targayen para conseguir el Trono de Hierro.
Al mismo tiempo, en la frontera de los Siete Reinos, se muestra la lucha de la Guardia de la Noche para defender el Muro, el muro es una construcción de ladrillo y hielo levantada para defender al mundo de Los Otros, seres aterradores que moran más allá del muro, en la tierra del frío.
En fin, una lectura apasionante (y larguísima) recomendable al cien por cien.
Por cierto, aparte de tener ya una adaptación al comic, la HBO se ha hecho con los derechos de la saga para convertirlo en serie.
sábado, 12 de septiembre de 2009
El negocio de la Virgen
martes, 8 de septiembre de 2009
T de Trampa

Desde que leí "S de Silencio" me dispuse a comprar algunas novelas más del famoso alfabeto del crimen y desde que se publicó este mismo año en español "T de trampa", estaba deseando comprarme el libro. Si he sido un poco remolona es porque pensaba que no me iba a sorprender porque al fin y al cabo siempre se repiten las mismas constantes, la solitaria y un tanto dejada ex policía Kinsey Millhone, eternamente enamorada de su viejo casero, Henry. Su dieta es un desastre y se nutre a base de hamburguesas y de las comidas que le prepara en un bar con más aspecto de tugurio que de restaurante la húngara Rosie, cuñada de Henry. Vive en Santa Teresa (en realidad es Santa Bárbara) en un garaje y siempre viste con vaqueros, una chaqueta y un bolso de piel. Su pelo, moreno y lacio, se lo corta ella misma de cualquier manera. Y sus mejores amigos pasan todos de los ochenta años, como las protagonistas de Las chicas de Oro... Y en efecto, en "T de trampa" nos encontramos las mismas constantes... y aún así el libro se devora en un santiamén porque el suspense está presente hasta en el último momento y por la buena y fluida narración. Al final te deja un sabor buenísimo de boca... Y uno suspira y piensa, ¡qué bien me lo he pasado!
La historia entrecruza tres tramas diferentes correspondientes a tres casos que ha de investigar la ex policía californiana. Es la navidad de 1987 y, en apariencia, Kinsey está viviendo una época de tranquilidad en su vida. La trama más importante corresponde a la historia de una tal Solana Rojas, que se oculta bajo una identidad ficticia y que se dedica a cuidar al viejo vecino cascarrabias de Kinsey y Henry. No sé por qué pero esta falsa Solana Rojas me ha llegado a recordar muchas veces a la Dolores Claiborne de Stephen King. Lo cierto es que este peculiar personaje, que nunca olvidaré, llega a sacar tanto de sus casillas a la buena de Kinsey que llega un momento en que parece que la detective va a ser incapaz de librarse de sus trampas.
En esencia, la novela nos habla de los muchos depredadores que nos rodean y de los que no nos damos cuenta de su existencia. Pero, como dice al final Kinsey: "Me consta que existen, pero prefiero centrarme en lo mejor de la naturaleza humana: la compasión, la generosidad, la voluntad de acudir en ayuda de los necesitados".
martes, 1 de septiembre de 2009
La cruz de Tau
lunes, 31 de agosto de 2009
El documento Saldaña

Me había atascado en los primeros capítulos. Este último mes la he recuperado y definitivamente me enganché cuando leí lo siguiente:
"Lola conocía la historia de la colección Saldaña y su contenido aproximado por el estudio de libros, crónicas y documentos de la época. De memoria, y recordando su época de estudiante, evocó algunos de los datos leídos acerca de de aquella majestuosa colección: el conjunto poseía, entre otras muchas otras, valiosas piezas de arte religioso de los siglos XVI y XVII, entre las que destacaba un retrato de Santa Rufina atribuido a Velázquez. También formaban parte de la colección varias esculturas de FRANCISCO SALCILLO, pinturas de Cézanne y Vermeer, algunas de las obras tempranas de Van Dyck y del maestro flamenco Rubens y la que fuera sin duda la pieza más codiciada de toda la colección: bocetos preparatorios originales de La batalla de Cascina de Miguel Ángel, realizados por el artista y destinados al diseño de una serie de murales que adornaría el Palazzo Vecchio de Florencia. Y todo eso sin contar una extensa serie de piezas que se podían catalogar de menores. El valor actual de mercado de la colección Saldaña podría superar sin ningún pudor los veinte millones de euros".
Se trata de un libro de aventuras y misterio protagonizado por el curioso personaje de Miguel Cortés, "persuasor" de oficio, que vive de trabajillos de encargo y que con la búsqueda de la mítica colección de arte que perteneciera a un antiguo industrial de comienzos de siglo XX, Rodrigo Saldaña, pretende que cambie su suerte y su estilo de vida. Le acompaña la intrépida y atractiva Lola Álvarez, experta en arte, y juntos se enfrentan a peligros varios, especialmente a personajes de la mafia rusa que buscan por Madrid el mismo tesoro y que están asesorados por un peculiar catedrático de Historia del Arte, Leopoldo Varela.
No sé si Pedro de Paz volverá a utilizar el mismo personaje para otra segunda parte de la novela... Hubiera sido posible si todo acabara como apunta el penúltimo capítulo. Pero tras leer el final ya tengo mis dudas.
viernes, 28 de agosto de 2009
Esclavos de la oscuridad
Una princesa en Berlín


Es obra del escritor estadounidense Arthur G.R. Solmssen (1928), cuya infancia transcurrió en Alemania, por lo que ello explica un conocimiento extraordinario de la situación alemana y de aquellos años que, sin embargo, no llegó a vivir. Cuenta la historia del joven pintor americano en ciernes, Peter Ellis, que acepta la invitación de su amigo Christoph Keith para realizar una estancia de formación en Berlín. En esta ciudad vivirá dos intensos y tumultuosos años en los que se codeará con la más alta sociedad y las clases más bajas e incluso llega a involucrarse en un asesinato político.
En la novela se entremezclan personajes reales y de ficción. Es el caso del que fuera ministro de Asuntos Exteriores en 1923, Walter Rathenau, que fue asesinado por grupos ultranacionalistas. y que aparece con frecuencia en la novela. Queda muy bien reflejada la caótica situación económica del país en aquellos difíciles momentos. Hemos de pensar que a finales de septiembre de 1922 un dolar equivalía a 160 millones de marcos y aún siguió cayendo estripitosamente su valor en los meses siguientes. Así, con 500 dolores, que podían equivaler a cien mil marcos alemanes, un norteamericano vivía casi como un rico. La gente tenía que ir con cestas llena de dinero para poder adquirir alimentos.
Peter Ellis se relaciona con tres familias diferentes, los Keith, militares prusianos empobrecidos y amargados ante su pérdida de posición, los Waldstein, representantes de las altas clases sociales financieras, antiguos judíos que a lo largo de la historia han emparentado con la nobleza y los Falke, núcleo familiar en torno a un cínico pintor comunista que enseña pintura al joven norteamericano. Este contraste de clases sociales queda muy bien reflejado en la novela, como puede verse en la muy diferente celebración de la Navidad en las diferentes casas o en la misma situación de las mujeres protagonistas. Y es que Ellis se enamora de la hija pequeña de los Waldstein, Lili, pero también se relaciona con las mujeres de Falke, Bärbel y, especialmente, su cuñada Baby, también menor de edad. En el caso de ésta última asistimos a la compleja situación de casi una niña que apenas asiste al colegio y que tiene que prostituirse para que su familia pueda subsistir.
Si se refleja extraordinariamente bien la situación económica de la Alemania de los años veinte, un tanto ocurre con la situación cultural del momento. Por la novela aparecen, aunque fugazmente, personajes reales como Bertolt Brecht y se describe tan bien al personaje del pintor Fritz Falke que hasta que uno llega a dudar de si existió realmente. Y es que en él se recogen muchos de los rasgos de los pintores expresionistas del momento, como Kirchner, Pechstein, Kollowitz, Beckmann, Grosz u Otto Dix. Además se dice que era discípulo de Liebermann, el más famoso pintor alemán del Impresionismo que sí llegó a existir realmente.
Tenía muchas ganas de leer una novela relacionada con Berlín y la verdad es que la he disfrutado bastante, en parte porque su protagonista llega a sentir una vinculación muy estrecha con la ciudad a la que al final de su estancia, por obligación y debido al desenlace de la historia, se ve obligado a abandonar. Y el lector llega a sentir ese mismo desgarro emocional que el protagonista al finalizar las páginas de este interesante libro, altamente recomendable.
martes, 25 de agosto de 2009
Venetia
viernes, 21 de agosto de 2009
Amanecer
sábado, 15 de agosto de 2009
La mujer de verde
viernes, 14 de agosto de 2009
Eclipse
domingo, 9 de agosto de 2009
El misterio de la Casa Aranda
viernes, 31 de julio de 2009
La elegancia del erizo

La verdad es que me ha gustado muchísimo el libro aunque en un principio andaba yo algo asustada porque me estaba pareciendo algo pedantón. Si hay algo que no soporto es la no-humildad... por lo que me estaba irritando el que las dos protagonistas, tanto la portera como especialmente la niña de doce años, estuvieran todo el tiempo repitiendo párrafo sí párrafo no, lo extramadamente inteligentes que son y lo diferentes que se sienten con respecto al mundo mundial. Pero salvando ese escollo, y cuando te acostumbras a él (que en el fondo no deja de ser el resultado del fino humor de la autora), la lectura es una delicia.
No me extraña, pues, que Muriel Barbery, profesora de filosofía, haya tenido tanto éxito. Tampoco me sorprende que se le haya criticado en Francia, tan franceses ellos, el que se decante tanto por la filosofía y estilo de vida oriental. A mí, en particular, es lo que más me ha gustado de todo. También me ha hecho mucha gracia la preferencia de la portera del inmueble de la calle Grenelle por el personaje de Levin del Anna Karerina de Tolstoi. La primera vez que leí la gran novela rusa confieso que me salté toda la historia de Anna y exclusivamente me leí la de Levin y Kitty. Por eso cuando vi la película clásica de 1935 con Greta Garbo, me enfadé bastante porque la historia de Levin, que es el otro gran protagonista, había sido suprimida de un plumazo. Aunque, vale, reconozco que era imposible sintetizar esa historia si se quería contar la trágica vida de la Karerina.
Tiene personajes muy curiosos, como el de Kakuro Ozu, que es el que pone en conexión a las dos protagonistas, que son dos almas gemelas pero con diferente edad. También me ha gustado el de la portuguesa Manuela, la única amiga de Renée, o la peculiar relación de las dos hermanas Josse, una la antítesis de la otra y que prácticamente se llaman igual (Colombe y Paloma).
No sé que opinarán... pero a mí me ha encantado el final. Así que si por algún casual han llegado hasta aquí y se han leído la novela me interesaría mucho saber qué les ha parecido todo.
Termino con las ideas profundas número 1 y última de Paloma:
mas abocada estoy
a la pecera
* * *
¿Qué hacer
frente al jamás
si no es bucar
el siempre
en unas notas robadas?
La reina en el palacio de las corrientes de aire
martes, 21 de julio de 2009
Los hombres de la guadaña


Pensaba que poco me podía sorprender la nueva de John Connolly perteneciente a la serie dedicada al detective Parker. Los primeros libros que leí en su momento fueron El ángel negro (2005) y Los atormentados (2007) y de ahí salté a todos las anteriores comenzando por el principio. Connolly escribe bien y sabe crear como nadie unas atmósferas fantasmagóricas dentro del género detectivesco y criminal. Todas las novelas de la serie son bastantes homogéneas y uno sabe lo que puede esperar al sumergirse en ellas.
La verdad es que después de haber leído la excelente reseña de la novela en La bitácora del Tigre me da pudor escribir yo una de mi propia cosecha. Pero ya que en estas Lecturas Reunidas estamos entre amigos y escribimos estas críticas personales para compartir experiencias literarias sin mayor pretensión, me atreveré a continuar.
Se centra en los personajes de la pareja homosexual de Louis y Angel, muy especialmente en el pasado del primero. Lo que más me ha gustado de la novela es esa otra mirada refrescante a través de la cual se nos va contando en parte la historia y que proviene del personaje de Willie Brew. Brew y Arno son el contrapunto de los primeros y forman una peculiar pareja que trabaja en un taller de coches, una de las muchas tapaderas de los turbulentos negocios de nuestros protagonistas. Aquí los elementos sobrenaturales son casi inexistentes pero yo no los he echado de menos en ningún momento. Aún así, la crudeza de la muerte y las inmersiones de Connolly en la mente de los asesinos hacen difícil su lectura en la quietud y en el silencio de la noche. Al menos para alguien como yo...
Anoche, al acabar la novela, reflexionaba sobre cómo había echado en falta a esos monstruos sanguinarios que aparecen siempre en la serie, tan peculiares y espeluznantes, como el Viajante, el Predicador Faulkner y sus hijos... pero me di cuenta enseguida que en Los hombres de la guadaña los auténticos monstruos son los protagonistas, los antihéroes de Louis, Angel y el mismo Detective Parker vistos a través de la mirada horrorizada de Willie Brew pero sobre todo de la del bueno de Arno.
domingo, 19 de julio de 2009
La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
En esta ocasión, todo el libro se centra en un solo caso, gracias al cual vamos a conocer muchas cosas sobre Lisbeth Salander, la coprotagonista de Los hombres que no amaban a las mujeres. Evidentemente, esa chica es un gran enigma que el público quiere resolver, de manera que Larsson nos da ahora la oportunidad de saber algunas de las razones de su peculiar manera de ser.
Cuando leí que Wunderk decía que esta parte le había parecido más árida que la primera, me mosqueé. Sin embargo la he leído con más interés, aunque alguna que otra cosa me la he olido a la mitad del libro. Algo que me ha dejado un poco chafada ha sido el descubrimiento de qué fue "Todo Lo Malo". A lo mejor tengo una mente muy retorcida, pero pensaba que sería otra cosa. Lo que sí veo es que este hombre lo tenía todo muy bien pensado, porque cosas de las que se hablan en la primera novela siguen en la segunda. Ahora bien, el personaje de Mikael Blomkvist me sigue pareciendo muy plano.
Veamos ahora qué pasa en la tercera entrega.
sábado, 11 de julio de 2009
Mujeres en el campo de batalla

Además de las ya muy conocidas María Pita, la Monja Alférez (con una vida novelesca donde las haya), Agustina de Aragón o la mismísima Isabel la Católica, me han llamado la atención historias como las de la llamada Dama de Arintero, cuya entrada en el ejército me ha recordado a la historia de Mulán, o la de la reina Doña Berenguela, que avergonzó a los almorávides diciéndoles que se fueran a Oreja, donde estaba el ejército cristiano, en vez de venir a atacar un castillo habitado por mujeres. También me han gustado la de Manuela Ibaibarriaga, "el coronel Martínez", que se vistió de hombre para vengar la muerte de sus padres y su hermano a manos de los franceses, y la de Francisca Guarch, que participó con el nombre de Francisco en la tercera guerra carlista.
Podemos diferenciar, por tanto, las mujeres que no ocultaron su condición de tales y fueron reconocidas como militares por sus actuaciones en el campo de batalla y las que echaron mano de identidades falsas para poder participar en la guerra. Tanto las acciones de unas como de otras son interesantes, si bien siempre tiene un contenido más romántico el hecho de hacerse pasar por hombre.
En definitiva, merecido homenaje a las mujeres españolas que se comportaron con valentía y decisión en defensa de sus ideales y su patria.
jueves, 9 de julio de 2009
1969 vs Los hombres que no amaban a las mujeres
1969. Agradecida de, por fin, leer una novela ambientada en Murcia. Estaba ya harta de Madrid y, sobre todo, Barcelona. Me ha encantado poder "orientarme" por los recovecos de la ciudad, reconocer sus calles, edificios más señeros, pedanías, etc. Pero no es éste el único valor del libro, faltaría más. Jerónimo Tristante narra con maestría una historia plagada de misterio, una investigación que no es rebuscada, sino bastante real y muy interesante. Los personajes están muy bien construidos: Julio Alsina, policía en horas bajas y aficionado al Licor 43, y Rosa Gil, joven adepta al Régimen. El autor nos hace interesarnos tanto como su protagonista en qué hay detrás de ese suicidio ocurrido en la torre de la Catedral en Nochevieja. Sólo una pega: aviso desde aquí de no leer la nota que Tristante pone al principio. A mí me desveló la clave de la historia, lo mismo que la frase promocional que se está utilizando en la publicidad del libro. A pesar de ello, la lectura se hace muy entretenida. Aparte de todo esto, tuve la oportunidad de estar con el autor en Blanca presentando su novela y el tío es un espectáculo. Y una nota curiosa: lo conocí cuando trabajé en El Algar, un día que vino a decir que estaba en comisión de servicios, aunque su plaza la tenía allí. Qué cosas tiene la vida.
Los hombres que no amaban a las mujeres. Pues qué quieren que les diga, no es para tanto. Me quedo con los personajes de Tristante, nada estupendos y ni dotados de una personalidad arrolladora. Aquí la chica es una inadaptada social que, por otro lado, es la repera en el mundo de la informática. Qué original, por Dios. El protagonista masculino, pues normalillo, ni fu ni fa. No niego que una de las tramas tiene su interés y no se resuelve mal, pero una vez que se desvela el misterio todavía quedan muchas páginas. Para mi gusto, a partir de ahí se desinfla la novela. Además, al principo va todo muy lento y, de repente, se acelera que da gusto. La mejor parte es la investigación sobre la desaparición de una chica en 1966. El otro argumento me supera: rollos finacieros, bolsa, economía, empresas falsas... un rollo patatero. Aquí me ha recordado a la citada Sospecha, otro follón de cosas económicas que me dejó tan fría como las temperaturas del país que vio nacer a Larsson y a Tursten. El final queda un poco abierto en cuanto a la relación entre sus protagonistas, lo que hace que la gente se enganche a ver qué pasa en la siguiente. La película no la he visto, aunque supongo que lo haré, al igual que leer el resto de novelas de la serie.
domingo, 21 de junio de 2009
La joven de Esparta

Cristina Rodríguez se ha documentado exhaustivamente para escribir esta novela, y eso se nota y se agradece. Además, es bastante humilde cuando al final pide perdón a todos los personajes históricos que aparecen en su texto e incluso a la propia Historia. Al principio, la lectura puede resultar un poco engorrosa debido a los términos griegos cuyo significado hay que estar mirando en un anexo, pero al poco se acostumbra el lector a su significado. Por otra parte, nos ofrece una información valiosa sobre los modos de vida en la antigua Grecia, las relaciones entre los jóvenes del mismo sexo, los distintos grupos sociales, las prácticas militares, las costumbres...
El ritmo es un poco extraño. Al principio todo sucede muy lentamente y, tras un hecho fundamental que no voy a revelar aquí, la acción se hace más rápida. En cierto modo, así lo pide la trama.
Un apunte más: la traducción es un desastre (a pesar de su nombre, la autora es francesa). Ya comenté en mi blog los disparates que aparecían por aquí. Una pena, la verdad.
sábado, 2 de mayo de 2009
El Lémur de Benjamin Black

Esta vez no la protagoniza el forense Quirke sino otro personaje parecido, de la misma edad, irlandés también, el periodista y ahora escritor John Glass. La ciudad escenario de la novela es Nueva York con sus rascacielos, como la Mulholland Tower de Manhattan, donde Glass ha de escribir la biografía de su suegro, el poderoso Big Bill Mulholland, magnate y antiguo agente de la CIA. El lémur es el apodo que le da el escritor a un joven detective que decide contratar para que le ayude en la investigación, aunque pronto es asesinado y finalmente Glass se ve inmerso en la búsqueda del asesino y de sus motivaciones. El suegro, "Billones" Mulholland, es como un trasunto del padrastro de Quirke. Y es que, en general, toda la novela es como un trasunto de las dos anteriores escritas por "Black", como las películas del cine negro, como si Humphrey Bogart (o algún actor más irlandés como Richard Burton) se dispusiese a interpretar a un forense y después a un escritor. Si Quirke tiene adicción por el alcohol, Glass lo tiene por el tabaco. Como en las anteriores la familia se ve profundamente inmersa en la trama y los personajes esconden secretos y son lo que no parecen ser.
La prosa de Banville se agiliza cuando escribe bajo el pseudónimo de Black, se ha dicho como en los diálogos de las películas de serie B, o como las novelas baratas que se compran semanalmente en los kioskos, que también podría ser. Pero sin perder un ápice su elegancia y brillantez.
El que se utilice la palabra "Mulholland" me ha llevado inevitablemente a recordar las películas de Lynch. Y como en el cine lynchiano hay en las novelas de Black un punto de extrañeza que las hace muy peculiares, como si en la aparente sencillez se escondiese algo más profundo, puede que onírico, como si realmente las primeras novelas sí tuvieran en el fondo alguna suerte de conexión extraña con respecto a la tercera. Quizás escribo por escribir.
Me quedo con la figura del policía o con la de la amante, el personaje que, a mi parecer, tiene los diálogos más inquietantes, no sé por qué. Me ha recordado un tanto a la Carrie de Sexo en Nueva York y un tanto a la protagonista de Desayuno con diamantes. Lo mismo sigo desvariando.
Para quien desee leerla en inglés y por entregas:
http://www.nytimes.com/2008/01/13/magazine/13serial-t.html
Luna nueva
En esta entrega se nos muestra más la relación entre Bella y Jacob. Esta pobre chica es que no da con uno normal, es como un imán para bichos raros y monstruos en general. Edward sólo aparece al principio y hacia el final, aunque el recuerdo está siempre presente. Esta vez la autora sí deja claramente un final abiertísimo para una tercera parte que, según mis expertas alumnas devora-crepúsculo, es la peor. Será cuestión de ser masoca y comprobarlo ;)
martes, 21 de abril de 2009
Los asesinatos de Manhattan (The Cabinet of Curiosities)








En primer lugar quiero agradecer al administrador de esta bitácora, don Antonio Rentero, la recomendación de este libro, ya que en cuanto supo de mi interés por las novelas policiacas y de misterio así como por mi afición por los museos y los gabinetes de maravillas, me pregunto si había leído este título.
Lo más grave es que en cuanto comencé a leer el libro me di cuenta de que sí, de que, en efecto, lo había leído ya... Bueno, tampoco es cosa extraña en mí, una vez compré un libro y luego me encontré con que ya lo tenía. Y a saber si me ha pasado alguna vez más (lo que denota que mi biblioteca no es precisamente un ejemplo de orden, que en casa de herrero cuchara de palo). Lo peor es que no me acuerdo ni cuándo, ni dónde o, como decía el otro día, si puede que lo leyera en una vida paralela. En fin, despistada que es una.
El caso es que ahora lo he leído con más atención y me ha encantado, precisamente por todas las referencias a los gabinetes de curiosidades que en el caso que nos ocupa serían los creados en el siglo XIX en América y porque además aparece el Museo de Historia Natural de Nueva York. En muchos casos estos gabinetes estuvieron ligados a los circos, como el Barnum, cuyo origen fue el Museo Americano de Scudder, que se cita en la novela. En la entrada he colocado algunas imágenes de estos museos/circos, como el Americano de Curiosidades Vivientes de Watson (nótese que algunas de estas curiosidades son de "australianos"). En la misma serie de Expediente X, mucho antes que esta novela de Douglas Preston y Lincoln Child (2002), hay dos episodios en los que aparecen estos peculiares museos de curiosidades.
Los protagonistas de la novela son el agente especial Aloysius X.L. Pendergast y Nora Kelly, conservadora/investigadora del Museo de Historia Natural de Nueva York Nork. Pendergast es un personaje fascinante que, por lo que he podido leer ahora, sale en la serie de novelas escritas por Preston y Child y que, además, tiene gran cantidad de adeptos. He visto por la red que sus fans imaginan cómo podría ser este agente del FBI procedente de Nueva Orleáns, con un físico y maneras muy peculiares y que, por lo visto, tiene unos antepasados nada normalitos, casi todos ellos asesinos en serie. Hasta tiene un hermano gemelo malvado que es su antítesis. Se ha debatido incluso sobre el actor que podría encarnarlo y todos parecen coincidir en que Paul Bettany (el Silas de El Código Da Vinci) sería un buen Pendergast. Se ha hablado de David Bowie o del Niles de Frasier pero no sé, como que no lo veo... (aunque en la novela hablan de voz meliflua o sea que...). Yo en su momento vi la película de La Reliquia, nada del otro mundo, aunque a mí me gusto con eso de que sucedía en un museo. Se corresponde con la primera novela de los autores en la que aparecía Pendergast. Pero, sin embargo, los guionistas no incluyeron al extraño agente del FBI en la trama. Una oportunidad desaprovechada...
Los personajes creados por Preston y Child reaparecen siempre en sus novelas. Es el caso del periodista Smithback, algo pícaro y un tanto desastrillo que va siempre detrás de la noticia, enamorado de la encantadora doctora Kelly. En Los Asesinatos de Manhattan me ha caído muy bien el policía irlandés O'Shaughnessy, aunque desgraciadamente termina en las manos del asesino...
Como decía Rentero hace unos días son fascinantes los capítulos finales en los que Pendergast es perseguido por el asesino a través de todas las estancias del gabinete que está enclavado dentro de una casa llena de auténticas maravillas y curiosidades. Algunas de estas salas están llenas de extraños objetos que en un primer momento el agente del FBI no puede llegar a entender el por qué están allí pero, como diría el gran Borges, dentro del caos existe un orden, que es el Orden con mayúsculas. Un orden que sólo comprende el propio coleccionista que ha acopiado con una finalidad esa cantidad de objetos. Un coleccionista que casi llega a ser el Coleccionista, o que pretende ser Dios.
En fin, una delicia altamente recomendable. Y por descontado que compraré el resto de las novelas de la saga Pendergast creadas por Preston y Child, el primero investigador y conservador del Museo Americano de Historia Natural y el segundo, editor literario y analista de sistemas. De hecho, lo estoy deseando.
miércoles, 15 de abril de 2009
El Clan del Oso Cavernario
Jean M. Auel fue muy lista haciendo a una chica la protagonista, porque la condición de mujer y diferente hace al personaje más atractivo. Se supone que Ayla, según las reglas del Clan, no debe hacer muchas de las cosas que hace como, por ejemplo, cazar. Su violación de las reglas la hará ser castigada duramente, de forma que iniciará así su camino en solitario.
Emocionada con el final de El Clan del Oso Cavernario, me compré el siguiente libro de la serie, titulado El Valle de los Caballos. Pues ahí lo tengo, sin terminar. Y, por lo que se ve, no soy la única a la que le ha pasado. Parece ser que hay que llegar a la página 400 (supongo que dependerá de la edición) para que se ponga interesante. Acabo de ver que me quedé por la 259. Algún día lo retomaré y, posiblemente, termine toda la colección, pero no va a ser hoy.
Antes de esta novela, leí años ha otra del mismo estilo, aunque posterior, titulada Madre Tierra, Padre Cielo, ambientada esta vez en las islas Aleutianas, en Alaska. Terminé el libro con sensación de estar oliendo a pescado todo el rato, por Dios. No estuvo mal, pero aquí también se nos presenta la primera parte de una trilogía que, evidentemente, no seguí. Y como estos ejemplos, miles, según veo en una página de novela histórica que acabo de descubrir. Jean M. Auel abrió un campo en este sentido que ha dado para mucho y muy repetitivo. Y malo, como ese gran bodrio titulado Neandertal, de John Darton. Vale, este libro no es sobre la Prehistoria, pero habla de los neandertales y la suposición de que aún existan. Malo con avaricia.
Adaptación cinematográfica: no llega a estar mal del todo y me parece bastante arriesgado llevar esta novela al cine. Por esta razón tuvieron que cambiar varias cosas, entre ellas hacer que Ayla sea ya más adulta cuando le suceden ciertas cosas (en el libro es apenas una niña en cuanto a edad, no al desarrollo físico). Otro aspecto a destacar es que toda la película es subtitulada porque sólo emiten sonidos. Algo así como En busca del fuego, pero con diálogos. Daryl Hannah me parece una elección perfecta para encarnar a Ayla: da el perfil de cromañón, alta, rubia, esbelta y con la frente recta. El gran problema: como la novela, te deja un sabor algo amargo al final.
P.D. Un fallo en el que acabo de caer: ¿por qué todas las mujeres del libro tienen nombres terminados en a y los hombres no? Un poco extraño, ¿no? Compruébenlo aquí.