He aquí un muy buen libro sobre la Alemania de entreguerras, la de los tumultuosos años veinte, en plena República de Weimar. Fueron momentos convulsos por varias razones, principalmente porque este país acababa de perder la Primera Guerra Mundial y estaba afrontando la gran deuda económica contraída con los aliados tras el Tratado de Versalles. A ello se le unieron los constantes levantamientos políticos y sociales y la inflación más extrema que se haya conocido a lo largo de la historia. Las consecuencias, enre otras, se tradujeron en hambre, humillación, impotencia, hundimiento de la clase media y así un largo etcétera de consecuencias que dejaron tal huella en el pueblo alemán que no es de extrañar que los acontecimientos tomaran el rumbo que tomaron en la siguiente década.
Es obra del escritor estadounidense Arthur G.R. Solmssen (1928), cuya infancia transcurrió en Alemania, por lo que ello explica un conocimiento extraordinario de la situación alemana y de aquellos años que, sin embargo, no llegó a vivir. Cuenta la historia del joven pintor americano en ciernes, Peter Ellis, que acepta la invitación de su amigo Christoph Keith para realizar una estancia de formación en Berlín. En esta ciudad vivirá dos intensos y tumultuosos años en los que se codeará con la más alta sociedad y las clases más bajas e incluso llega a involucrarse en un asesinato político.
En la novela se entremezclan personajes reales y de ficción. Es el caso del que fuera ministro de Asuntos Exteriores en 1923, Walter Rathenau, que fue asesinado por grupos ultranacionalistas. y que aparece con frecuencia en la novela. Queda muy bien reflejada la caótica situación económica del país en aquellos difíciles momentos. Hemos de pensar que a finales de septiembre de 1922 un dolar equivalía a 160 millones de marcos y aún siguió cayendo estripitosamente su valor en los meses siguientes. Así, con 500 dolores, que podían equivaler a cien mil marcos alemanes, un norteamericano vivía casi como un rico. La gente tenía que ir con cestas llena de dinero para poder adquirir alimentos.
Peter Ellis se relaciona con tres familias diferentes, los Keith, militares prusianos empobrecidos y amargados ante su pérdida de posición, los Waldstein, representantes de las altas clases sociales financieras, antiguos judíos que a lo largo de la historia han emparentado con la nobleza y los Falke, núcleo familiar en torno a un cínico pintor comunista que enseña pintura al joven norteamericano. Este contraste de clases sociales queda muy bien reflejado en la novela, como puede verse en la muy diferente celebración de la Navidad en las diferentes casas o en la misma situación de las mujeres protagonistas. Y es que Ellis se enamora de la hija pequeña de los Waldstein, Lili, pero también se relaciona con las mujeres de Falke, Bärbel y, especialmente, su cuñada Baby, también menor de edad. En el caso de ésta última asistimos a la compleja situación de casi una niña que apenas asiste al colegio y que tiene que prostituirse para que su familia pueda subsistir.
Si se refleja extraordinariamente bien la situación económica de la Alemania de los años veinte, un tanto ocurre con la situación cultural del momento. Por la novela aparecen, aunque fugazmente, personajes reales como Bertolt Brecht y se describe tan bien al personaje del pintor Fritz Falke que hasta que uno llega a dudar de si existió realmente. Y es que en él se recogen muchos de los rasgos de los pintores expresionistas del momento, como Kirchner, Pechstein, Kollowitz, Beckmann, Grosz u Otto Dix. Además se dice que era discípulo de Liebermann, el más famoso pintor alemán del Impresionismo que sí llegó a existir realmente.
Tenía muchas ganas de leer una novela relacionada con Berlín y la verdad es que la he disfrutado bastante, en parte porque su protagonista llega a sentir una vinculación muy estrecha con la ciudad a la que al final de su estancia, por obligación y debido al desenlace de la historia, se ve obligado a abandonar. Y el lector llega a sentir ese mismo desgarro emocional que el protagonista al finalizar las páginas de este interesante libro, altamente recomendable.
Es obra del escritor estadounidense Arthur G.R. Solmssen (1928), cuya infancia transcurrió en Alemania, por lo que ello explica un conocimiento extraordinario de la situación alemana y de aquellos años que, sin embargo, no llegó a vivir. Cuenta la historia del joven pintor americano en ciernes, Peter Ellis, que acepta la invitación de su amigo Christoph Keith para realizar una estancia de formación en Berlín. En esta ciudad vivirá dos intensos y tumultuosos años en los que se codeará con la más alta sociedad y las clases más bajas e incluso llega a involucrarse en un asesinato político.
En la novela se entremezclan personajes reales y de ficción. Es el caso del que fuera ministro de Asuntos Exteriores en 1923, Walter Rathenau, que fue asesinado por grupos ultranacionalistas. y que aparece con frecuencia en la novela. Queda muy bien reflejada la caótica situación económica del país en aquellos difíciles momentos. Hemos de pensar que a finales de septiembre de 1922 un dolar equivalía a 160 millones de marcos y aún siguió cayendo estripitosamente su valor en los meses siguientes. Así, con 500 dolores, que podían equivaler a cien mil marcos alemanes, un norteamericano vivía casi como un rico. La gente tenía que ir con cestas llena de dinero para poder adquirir alimentos.
Peter Ellis se relaciona con tres familias diferentes, los Keith, militares prusianos empobrecidos y amargados ante su pérdida de posición, los Waldstein, representantes de las altas clases sociales financieras, antiguos judíos que a lo largo de la historia han emparentado con la nobleza y los Falke, núcleo familiar en torno a un cínico pintor comunista que enseña pintura al joven norteamericano. Este contraste de clases sociales queda muy bien reflejado en la novela, como puede verse en la muy diferente celebración de la Navidad en las diferentes casas o en la misma situación de las mujeres protagonistas. Y es que Ellis se enamora de la hija pequeña de los Waldstein, Lili, pero también se relaciona con las mujeres de Falke, Bärbel y, especialmente, su cuñada Baby, también menor de edad. En el caso de ésta última asistimos a la compleja situación de casi una niña que apenas asiste al colegio y que tiene que prostituirse para que su familia pueda subsistir.
Si se refleja extraordinariamente bien la situación económica de la Alemania de los años veinte, un tanto ocurre con la situación cultural del momento. Por la novela aparecen, aunque fugazmente, personajes reales como Bertolt Brecht y se describe tan bien al personaje del pintor Fritz Falke que hasta que uno llega a dudar de si existió realmente. Y es que en él se recogen muchos de los rasgos de los pintores expresionistas del momento, como Kirchner, Pechstein, Kollowitz, Beckmann, Grosz u Otto Dix. Además se dice que era discípulo de Liebermann, el más famoso pintor alemán del Impresionismo que sí llegó a existir realmente.
Tenía muchas ganas de leer una novela relacionada con Berlín y la verdad es que la he disfrutado bastante, en parte porque su protagonista llega a sentir una vinculación muy estrecha con la ciudad a la que al final de su estancia, por obligación y debido al desenlace de la historia, se ve obligado a abandonar. Y el lector llega a sentir ese mismo desgarro emocional que el protagonista al finalizar las páginas de este interesante libro, altamente recomendable.
2 comentarios:
Me ha interesado mucho la novela, tan bien comentada que dan unas ganas locas deleerla,cosa que voy a hacer de inmediato aunque deba alternarla con dos libros más que tengo entre manos,el maravilloso "Antes del final" de Sabato y su Abaddón, libro de cabecera que releo una vez más.
El periodo histórico en que se desenvuelve la novela que comentas me interesa especialmente y es poco habitual que se trate con el respeto debido. Por si no la has leído aún, me permito recomendarte "En busca de Klingsor" ambientada en esos años y los siguientes hasta el incio de postguerra.Es un prodigio de novela escrita por el mejicano Volpi cuya profundidad y criterio admiran dada su juventud y que sabe mostrar el respeto que la cultura alemana merece.
Román
Román, como amante de la cultura alemana seguro que te va a gustar la novela. Está escrita a comienzos de los ochenta y el tiempo la ha tratado muy bien.
Es muy fiel a aquella época. He visto que Sommelsen tiene otros libros sobre Alemania, aunque de otras épocas, que voy a ver si puedo conseguir. Especialmente me quiero comprar "Tiempo de decisión", en la que parece ser que salen algunos descendientes de los personajes de "Una princesa en Berlín". También está publicada en Tusquets.
Me apunto "En busca de Klingsor". De Sábato me leí en su momento "El túnel", que me encantó. Era lectura obligada de COU. Pero la verdad es que no he leído nada más de este gran autor.
Muchas gracias por tus palabras y por tus recomendaciones.
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