Atónita me he quedado después de leer en un periquete la delirante novela que Stella Gibbons (1902-1989) escribiera en 1932 bajo el título Cold Comfort Farm y que en España se tradujo como La hija de Robert Poste. Varias veces he tenido que ir a la contraportada y verificar que se escribió en 1932 pues en un pasaje se dice que estamos en los años cuarenta y en otro los personajes hablan por un teléfono ¡con televisor!. Aunque eso es lo de menos, pues no vayan ustedes a pensarse que ésta es una novela de ciencia ficción.
La historia cuenta cómo una chica bien de Londres, Flora Poste, que acaba de quedarse huérfana, decide irse con unos parientes suyos que tienen una granja en Sussex. Allí, como el personaje de Emma de Jane Austen, Flora se empeña en darle otro aire a la peculiar Cold Comfort Farm así como arreglarle la vida a sus extravagantes y rurales habitantes. Aunque la traducción al español de esta edición de 2010 es buena, con notas a pié incluidas, lo mejor debe ser leerla en inglés para captar todos los giros y el habla rural de Sussex. Los nombres citados tienen siempre su porqué, así los primos de Flora se llaman "Starkadder", que se podría traducir como "malas víboras". Delirante la frase que se repite en la historia como un mantra "siempre ha habido Starkadder en Cold Comfort", que no deja de ser una forma de reírse de la sabiduría rural/popular. Todo queda aderezado de buena ironía con momentos en los que el absurdo no tiene límites e incluso hasta el mismísimo final es, a mi parecer, una gran boutade.
La novela es un contrapunto al pesimismo rural de Thomas Hardy y al romanticismo extremo de Mary Webb, de los que con tan buen y fino humor se ríe la autora. Y es que, muchos de los personajes son auténticas y logradas sátiras, como el escritor Meyerbug, que sería un libidinoso y pesado D.H. Lawrence, el primo Seth, un desatado Heathcliff o la prima Elfine, una Cathy muy "brontiana". Ese fino humor inglés de tradición "austiana" que tanto me gusta, ha hecho que haya disfrutado mucho con la historia.
No se pierdan los pasajes entre asteriscos que, como bien explica la autora en su prólogo dedicado al caballero Anthony Pookworthy (A.B.S., L.L.R. o Miembro de la Asociación de Pesebreros, Autorizado para el Endilgamiento de Circunloquios Soporíferos), son los que ella considera "más elegantes y literarios". Un disparate.
Me he permitido incluir aquí el trailler de la película para la televisión de la BBC (1995) en la que se hizo famosa la actriz Kate Beckinsale. Tiene muy buena pinta.
4 comentarios:
¡Tengo la película para ver! ¿Leo antes la novela entonces?
A ver si termino la que tengo entre manos.
Yo creo que es mejor leer antes la novela.
Precisamente hoy, tras acabarla, es cuando he visto la película por partes en Youtube. Me ha parecido una buena versión.
Athena, me he acordado mucho de usted leyendo la novela, pues con su gran sentido del humor seguro que le gusta.
Pues la pongo en cola. Ahora estoy con "El alcalde de Casterbridge", de Thomas Hardy, y después voy a por "Casa desolada" de Dickens. Es un tocho (bueno, la tengo en el libro electrónico), pero me la han recomendado muchísimo, así como la serie de la BBC. ¡Se me acumula el trabajo! Este verano toca leer y requeteleer :)
Cualquier cosa donde aparezca Kate Beckinsale merece mi absoluta veneración.
Excepto "Van Helsing", que ha que tener unos santos cojones para sacarla fea y con pinta de putón verbenero.
He dicho.
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