Tras un gran paréntesis por mis problemas de brazos (que aún siguen y van a más), he decidido hacer de una vez por todas las entradas correspondientes a lo que leí este verano, si es que me acuerdo de algo. Siento que sean tan cortas, pero algo es algo. Empiezo por La casa de la alegría, de Edith Wharton.
Como en La edad de la inocencia, la autora hace una feroz crítica a los prejuicios y falsas apariencias de la buena sociedad de Nueva York. En este caso se trata de una protagonista femenina, Lily Bart, una joven de clase alta pero con problemas económicos. Su salvación sería casarse con un hombre rico, pero parece que ella no está muy por la labor de asegurarse un buen futuro con cualquiera que tenga una renta alta, aunque tampoco parece muy dispuesta a renunciar al tipo de vida que siempre ha conocido. Poco a poco va perdiendo las opciones de reorganizar su futuro y el destino será implacable con ella. La sensación de agobio que desprende la historia cuando uno va viendo cómo Lily es convierte en una especie de marioneta dentro de un mundo que termina por rechazarla, me recordó a la otra obra maestra de Edith Wharton.
La adaptación al cine aún no la he visto. Editaré la entrada cuando lo haga.
Como en La edad de la inocencia, la autora hace una feroz crítica a los prejuicios y falsas apariencias de la buena sociedad de Nueva York. En este caso se trata de una protagonista femenina, Lily Bart, una joven de clase alta pero con problemas económicos. Su salvación sería casarse con un hombre rico, pero parece que ella no está muy por la labor de asegurarse un buen futuro con cualquiera que tenga una renta alta, aunque tampoco parece muy dispuesta a renunciar al tipo de vida que siempre ha conocido. Poco a poco va perdiendo las opciones de reorganizar su futuro y el destino será implacable con ella. La sensación de agobio que desprende la historia cuando uno va viendo cómo Lily es convierte en una especie de marioneta dentro de un mundo que termina por rechazarla, me recordó a la otra obra maestra de Edith Wharton.
La adaptación al cine aún no la he visto. Editaré la entrada cuando lo haga.
2 comentarios:
Querida Athena, qué bien que active nuestras Lecturas Reunidas. Yo no me animo si no actualiza usted, porque este blog ha terminado siendo más suyo que de nadie, nada más hay que mirar todas las entradas que llevan su estupenda firma. A ver si nos animamos los demás, que no tenemos perdón. BESOS.
Estamos a la par usted y yo en cuanto a entradas :) Lo importante es que vayamos escribiendo al ritmo que nos apetezca. Este verano no me veía con ganas por lo de los brazos, pero ayer me dije que ya era hora, ja, ja. Tengo todavía algunos libros que comentar de las pasadas vacaciones estivales ;)
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