He leído este libro por curiosidad, la verdad. No tiene una prosa especialmente brillante, pero no estamos tampoco ante una novela. Sí que peca a veces de citar casos de apariciones marianas a propósito de otras cosas como si tuviéramos que conocerlas de antemano. La verdad es que es un lío diferenciar los nombres de las (la mayoría son mujeres) videntes. Pero vayamos al grano.
El libro se divide en una serie de capítulos que van desde un análisis de las apariciones muy general al estudio de célebres visitas de la Virgen como la de Fátima y su famoso tercer secreto, pasando por la actitud de la Iglesia, los fenómenos anómalos que se confunden con milagros, los fraudes y las apariciones en España y el mundo. Sin duda, lo más interesante es el apartado dedicado a los montajes, porque llegan a ser ridículos y, sin embargo, mucha gente sigue creyendo. Hay un capítulo centrado exclusivamente en el Palmar de Troya, que fue el primero que leí, y es demencial lo que allí hay: el chiringuito que el ya fallecido antipapa Gregorio XVII (Clemente Domínguez) se montó es de película. Y lo más gracioso es que las primeras apariciones que ocurrieron fueron protagonizadas por cuatro niñas. A partir de ahí, todo el mundo tenía visiones de la Virgen, éxtasis y estigmas, y el que más el tal Clemente, que llegó a sangrar más de quince litros de sangre. La historia es un disparate se mire por donde se mire, con canonizaciones tan absurdas como la de Franco, Primo de Rivera o Cristóbal Colón, o normas de entrada ancladas en un época preconciliar.
También me ha llamado la atención la Virgen de Garabandal. He visto vídeos de las niñas en los que están en (supuesto) éxtasis y son bastante curiosos. En el libro se dice que las protagonistas dijeron haber inventado las visiones. Lo que está claro es que hubo algo paranormal allí, no hay nada más que ver algunas imágenes en las que las videntes caminan sin tropezar mientras miran hacia el cielo, adoptando una postura nada sana para las cervicales.
El caso de Fátima es el más extraño de todos, porque tiene mucho de encuentro extraterrestre transformado por la Iglesia de la época en una visión de la Virgen del Rosario. Viendo el retrato robot realizado a partir de las primeras descripciones hechas por los tres pastores, salta a la vista que la Virgen precisamente no parece. Añadir a esto los fenómenos extraños que se produjeron, la ascensión de la aparición, etc.
El autor no cree que la madre de Jesús sea la protagonista de muchos de los hechos extraños que hay en algunos enclaves aparicionistas en los que no hay un fraude claro, pero reconoce que esos casos tienen aspectos inexplicables de carácter parafísico o parapsicológico. Es verdad que la autosugestión es poderosísima, pero videntes como la joven de Ladeira do Pinheiro son algo especial porque no habla de mensajes apocalípticos, no hay megalomanía ni delirios pseudomísticos y, lo que es más importante, tampoco existe ánimo de lucro. Por otra parte, los supuestos mensajes marianos siempre sueltan el mismo rollo: que vendrá una catástrofe muy grande si no rezamos y nos sacrificamos, que Dios ya no tiene más paciencia... Amenazas por doquier y un lenguaje retrógrado y ultraconservador, como cuando insisten en la gran amenaza que es el comunismo y, como dice el autor, no "vio" la otra gran amenaza: la del terrorismo islámico.
Para terminar, he echado de menos el caso de Lourdes o de la Medalla Milagrosa, apariciones bastante conocidas en el mundo y de las que no se dice nada. Al menos he conocido otros de los que no tenía noticia, algo siempre interesante.
6 comentarios:
Pues tiena buena pinta como libro de transición entre una lectura pesada y otra. No se puede esperar una rigurosidad y pocos disparates de algunos casos paranormales, pero parece muy curioso para leer, por lo menos te da muestra hasta lo que puede llegar la mente humana.
Otra casa para ver bien lo de los montajes y eso es ver el programa "Cuarto milenio" o su programa de radios. Lo que se puede hacer con unas grabaciones retocadas, unas luces al fondo y una voz bien modulada.
Al equipo de "Cuarto milenio" mahn y yo los llamamos "Los desocupaos", ja, ja. Todos estos programas beben de los míticos "Más allá" o "La puerta del misterio", con el gran Jiménez del Oso. De hecho, este libro pertenece a una colección dirigida por él y el prólogo es suyo, todo un honor para un español metido en estas lides. Iker Jiménez y Javier Sierra son los herederos naturales de Jiménez del Oso. Ellos han reconocido cómo les influyó.
Y sí, ha sido una lectura entretenida :)
¿Sabe lo mejor? Que a los del cuarto milenio le importa un pito los libros de historia, tiene por ahí cada barbaridad que le dan ganas una de mandarle un libro de historia para niños, y que dejen ya de ridiculizar a las civilizaciones antiguas, que ya bastante tienen las pobres.
Y si, tiene mucho tiempo libro, sino, no se entiende :)
Tiene razón. ¿Por qué tienen que tener algún secreto ciertas civilizaciones? Recuerdo un programa de J.J. Benítez, otro conspiranoico, que se llamaba "Planeta encantado" y algunas veces era para echar a correr. En un capítulo lanzó una pregunta a propósito de no sé qué hallazgo..."¿Musulmanes en América?" A partir de ahí, cualquier chorrada imposible que se nos ocurre la decimos así, ja, ja, ja. Reconozco que de J.J. Benítez leí el primer volumen de "Caballo de Troya" y "El misterio de la Virgen de Guadalupe". Este hombre tiene su encanto, como los citados más arriba, aunque Javier Sierra me parece el más serio.
A mí me gustaron mucho los primeros Caballos de Troya. Pero luego se empezaba a estirar el chicle y me cansé de comprar libros en los que apenas pasaba nada. Pero los primeros tienen mucho mérito.
Siempre me ha parecido una persona muy curiosa J.J. Benítez. La verdad es que hace tiempo que no sé nada de él.
A nosotros nos gustaba escuchar en la radio "Cuarto Milenio" pero al final todo se va repitiendo... Yo lo que no aguanto porque me da un miedo terrible es lo de las cacofonías... así por la noche y a oscuras, ufff. Totalmente de acuerdo con Dammerüng en lo de las civilizaciones antiguas.
Quisiera señalar que yo también escucho el programa de radio de cuarto milenio de Iker Jimenez, pero solo si esa noche duerme conmigo Leo, que sino después no puedo dormir, entre mi imaginación y la oscuridad...aunque me encanta pasar un poco de miedo escuchando los ruidos, es lo mejor, el morbo y todo eso, si al final , en el fondo nos viene bien algo de ficción, peor sin pasarse :)
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