El verano pasado descubrí las amenas novelas de Sue Grafton protagonizadas por la intrépida detective Kinsey Millhone. Como algunos de ustedes ya sabrán, la serie se inició en 1982 tras el doloroso divorcio de la escritora, cuando volcó toda su impotencia en la novela que llevó por título "A de Alibi" (A de adulterio). Han pasado ya muchos años desde aquel entonces y Grafton ha ido recorriendo religiosamente todo el alfabeto hasta llegar a nuestros días aunque, en realidad, el tiempo en las novelas transcurre más lentamente, tan sólo en un periodo de cinco años (1982-1987). Así que el lector imagina los escenarios y las personas bajo aquel peculiar look ochentero del que muchos todavía, inexplicablemente, y como es el caso de quien esto escribe, sienten nostalgia.
Desde que leí "S de Silencio" me dispuse a comprar algunas novelas más del famoso alfabeto del crimen y desde que se publicó este mismo año en español "T de trampa", estaba deseando comprarme el libro. Si he sido un poco remolona es porque pensaba que no me iba a sorprender porque al fin y al cabo siempre se repiten las mismas constantes, la solitaria y un tanto dejada ex policía Kinsey Millhone, eternamente enamorada de su viejo casero, Henry. Su dieta es un desastre y se nutre a base de hamburguesas y de las comidas que le prepara en un bar con más aspecto de tugurio que de restaurante la húngara Rosie, cuñada de Henry. Vive en Santa Teresa (en realidad es Santa Bárbara) en un garaje y siempre viste con vaqueros, una chaqueta y un bolso de piel. Su pelo, moreno y lacio, se lo corta ella misma de cualquier manera. Y sus mejores amigos pasan todos de los ochenta años, como las protagonistas de Las chicas de Oro... Y en efecto, en "T de trampa" nos encontramos las mismas constantes... y aún así el libro se devora en un santiamén porque el suspense está presente hasta en el último momento y por la buena y fluida narración. Al final te deja un sabor buenísimo de boca... Y uno suspira y piensa, ¡qué bien me lo he pasado!
La historia entrecruza tres tramas diferentes correspondientes a tres casos que ha de investigar la ex policía californiana. Es la navidad de 1987 y, en apariencia, Kinsey está viviendo una época de tranquilidad en su vida. La trama más importante corresponde a la historia de una tal Solana Rojas, que se oculta bajo una identidad ficticia y que se dedica a cuidar al viejo vecino cascarrabias de Kinsey y Henry. No sé por qué pero esta falsa Solana Rojas me ha llegado a recordar muchas veces a la Dolores Claiborne de Stephen King. Lo cierto es que este peculiar personaje, que nunca olvidaré, llega a sacar tanto de sus casillas a la buena de Kinsey que llega un momento en que parece que la detective va a ser incapaz de librarse de sus trampas.
En esencia, la novela nos habla de los muchos depredadores que nos rodean y de los que no nos damos cuenta de su existencia. Pero, como dice al final Kinsey: "Me consta que existen, pero prefiero centrarme en lo mejor de la naturaleza humana: la compasión, la generosidad, la voluntad de acudir en ayuda de los necesitados".
Desde que leí "S de Silencio" me dispuse a comprar algunas novelas más del famoso alfabeto del crimen y desde que se publicó este mismo año en español "T de trampa", estaba deseando comprarme el libro. Si he sido un poco remolona es porque pensaba que no me iba a sorprender porque al fin y al cabo siempre se repiten las mismas constantes, la solitaria y un tanto dejada ex policía Kinsey Millhone, eternamente enamorada de su viejo casero, Henry. Su dieta es un desastre y se nutre a base de hamburguesas y de las comidas que le prepara en un bar con más aspecto de tugurio que de restaurante la húngara Rosie, cuñada de Henry. Vive en Santa Teresa (en realidad es Santa Bárbara) en un garaje y siempre viste con vaqueros, una chaqueta y un bolso de piel. Su pelo, moreno y lacio, se lo corta ella misma de cualquier manera. Y sus mejores amigos pasan todos de los ochenta años, como las protagonistas de Las chicas de Oro... Y en efecto, en "T de trampa" nos encontramos las mismas constantes... y aún así el libro se devora en un santiamén porque el suspense está presente hasta en el último momento y por la buena y fluida narración. Al final te deja un sabor buenísimo de boca... Y uno suspira y piensa, ¡qué bien me lo he pasado!
La historia entrecruza tres tramas diferentes correspondientes a tres casos que ha de investigar la ex policía californiana. Es la navidad de 1987 y, en apariencia, Kinsey está viviendo una época de tranquilidad en su vida. La trama más importante corresponde a la historia de una tal Solana Rojas, que se oculta bajo una identidad ficticia y que se dedica a cuidar al viejo vecino cascarrabias de Kinsey y Henry. No sé por qué pero esta falsa Solana Rojas me ha llegado a recordar muchas veces a la Dolores Claiborne de Stephen King. Lo cierto es que este peculiar personaje, que nunca olvidaré, llega a sacar tanto de sus casillas a la buena de Kinsey que llega un momento en que parece que la detective va a ser incapaz de librarse de sus trampas.
En esencia, la novela nos habla de los muchos depredadores que nos rodean y de los que no nos damos cuenta de su existencia. Pero, como dice al final Kinsey: "Me consta que existen, pero prefiero centrarme en lo mejor de la naturaleza humana: la compasión, la generosidad, la voluntad de acudir en ayuda de los necesitados".
2 comentarios:
Tiene buena pinta :) Por otra parte, titular cada novela con una letra del abecedario puede dar quebraderos de cabeza a los traductores, ja, ja.
¡Es verdad! Algunas traducciones son un poco rocambolescas. Las más surrealistas son la B, G, K (buenísima), O, Q y la R (podrían haberlo traducido como rebote).
A is for Alibi. (1982) A de adulterio
B is for Burglar. (1985) B de bestias
C is for Corpse. (1986) C de cadáver
D is for Deadbeat. (1987) D de deuda
E is for Evidence. (1988) E de evidencia
F is for Fugitive. (1989) F de fugitivo
G is for Gumshoe. (1990) G de guardaespaldas
H is for Homicide. (1991) H de homicidio
I is for Innocent. (1992) I de inocente
J is for Judgment. (1993) J de juicio
K is for Killer. (1994) K de Kinsey
L is for Lawless. (1995) L de ley : (o fuera de ella)
M is for Malice. (1996) M de maldad
N is for Noose. (1998) N de nudo
O is for Outlaw. (1999) O de odio
P is for Peril. (2001) P de peligro
Q is for Quarry. (2002) Q de quién
R is for Ricochet. (2004) R de rebelde
S is for Silence. (2005) S de silencio
T is for Trespass. (2007)
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