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jueves, 9 de julio de 2009

1969 vs Los hombres que no amaban a las mujeres

Hace ya bastante que leí 1969 de nuestro paisano Jerónimo Tristante pero, hasta hoy, no me ha venido la inspiración para hacer la reseña. Y es que precisamente hoy acabo de terminar la primera entrega de la serie Millennium y me ha parecido buena idea comentarlas juntas. A la novela de Stieg Larsson la he colocado en una etiqueta llamada Literatura Ikea. Me explico. Cuando echo mano de novelas nórdicas, me parece estar leyendo un catálogo de la célebre tienda-almacén-container-restaurantequevende"suecacola"conungustohorrible (así, de un tirón; no es error de escritura). Me sucedió con una obra llamada Sospecha (en versión original Guldkalven, vaya usted a saber), de una tal Helene Tursten y lo que me costó aclarme con los nombres. Bueno, comencemos.



1969. Agradecida de, por fin, leer una novela ambientada en Murcia. Estaba ya harta de Madrid y, sobre todo, Barcelona. Me ha encantado poder "orientarme" por los recovecos de la ciudad, reconocer sus calles, edificios más señeros, pedanías, etc. Pero no es éste el único valor del libro, faltaría más. Jerónimo Tristante narra con maestría una historia plagada de misterio, una investigación que no es rebuscada, sino bastante real y muy interesante. Los personajes están muy bien construidos: Julio Alsina, policía en horas bajas y aficionado al Licor 43, y Rosa Gil, joven adepta al Régimen. El autor nos hace interesarnos tanto como su protagonista en qué hay detrás de ese suicidio ocurrido en la torre de la Catedral en Nochevieja. Sólo una pega: aviso desde aquí de no leer la nota que Tristante pone al principio. A mí me desveló la clave de la historia, lo mismo que la frase promocional que se está utilizando en la publicidad del libro. A pesar de ello, la lectura se hace muy entretenida. Aparte de todo esto, tuve la oportunidad de estar con el autor en Blanca presentando su novela y el tío es un espectáculo. Y una nota curiosa: lo conocí cuando trabajé en El Algar, un día que vino a decir que estaba en comisión de servicios, aunque su plaza la tenía allí. Qué cosas tiene la vida.



Los hombres que no amaban a las mujeres. Pues qué quieren que les diga, no es para tanto. Me quedo con los personajes de Tristante, nada estupendos y ni dotados de una personalidad arrolladora. Aquí la chica es una inadaptada social que, por otro lado, es la repera en el mundo de la informática. Qué original, por Dios. El protagonista masculino, pues normalillo, ni fu ni fa. No niego que una de las tramas tiene su interés y no se resuelve mal, pero una vez que se desvela el misterio todavía quedan muchas páginas. Para mi gusto, a partir de ahí se desinfla la novela. Además, al principo va todo muy lento y, de repente, se acelera que da gusto. La mejor parte es la investigación sobre la desaparición de una chica en 1966. El otro argumento me supera: rollos finacieros, bolsa, economía, empresas falsas... un rollo patatero. Aquí me ha recordado a la citada Sospecha, otro follón de cosas económicas que me dejó tan fría como las temperaturas del país que vio nacer a Larsson y a Tursten. El final queda un poco abierto en cuanto a la relación entre sus protagonistas, lo que hace que la gente se enganche a ver qué pasa en la siguiente. La película no la he visto, aunque supongo que lo haré, al igual que leer el resto de novelas de la serie.

9 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Qué bien, Athena, que actualicemos las Lecturas Reunidas... a partir de ahora, que viene la época favorita de lecturas para la mayoría, seguro que tenemos la bitácora más al día.

1969: la quiero leer. Así que seguiré el consejo de no toparme con esas frases iniciales y promocionales que dan demasiadas pistas.

Millenium I: en efecto, no es para tanto pero es entretenida. Yo sabía quién era el malo casi desde el principio y el final también empieza uno a olérselo a mitad de la lectura...

Millenium II me resultó más árida y ahora estoy empezando la III y parece remontar un poco.

En cuanto a la película: creo que es una muy buena adaptación de la novela y es de esas pocas veces que incluso llegas a pensar que casi te quedas con la película.

En cuanto a los protagonistas: el personaje de Salander tiene su encanto por eso de ser una chica tan rara y guerrera y, en efecto, el de Mikel tiene sus más y sus menos. Uno de los atractivos de la trilogía es la extraña pareja que forman estos dos. Y ya sabe usted que esas cosas a mí siempre me atraen.

Volveré a esta entrada en cuanto termine Millenium III...

Athena dijo...

¿Está leyendo toda la trilogía y no ha pasado por aquí? Ya está haciendo una entrada en cuanto termine, ja, ja, ja.

Antonio Rentero dijo...

A ver si este mes de agosto de tardes interminables empiezo a subir entradas de los libros leídos ultimamente y le damos vidilla a este blog ;-)

De momento "1969" ha caído hace poco y si bien me ha gustado mucho y coincido en que no hace falta ser murciano para disfrutarla, que ya está bien siempre de recorrer calles que uno desconoce de Madrid, Barcelona, Londres o Roma, sin la nota del inicio o la frase promocional, en el primer capítulo me olí la tostá... lo que no quita para que el libro se disfrute igual.

A Jerónimo voy a tener el placer de contar con él para el inicio de un ciclo que organizo de proyecciones de pelis con posterior charla-coloquio en la Biblioteca Regional.

En principio será el 1 de octubre a las 19:00, ese día el tema será "Lo que ocultan las ciudades" y proyectaremos "La torre de los siete jorobados", con Jerónimo Tristante como invitado y aquí un servidor de oficiante.

Por cierto... es primicia, que aún no he dado cuenta de esto ni siquiera en mi propio blog ;-)

Athena dijo...

Venga, a subir entradas... ¡que hay gente que no se ha estrenado todavía por aquí!

Wunderkammer dijo...

Bueno, bueno... apasionante la novela de 1969... me la he leído de un tirón toooodo un día completito sin parar, algo que hacía tiempo que no hacía y que ya no me puedo permitir, solamente en verano.

Muy amena, con un protagonista al que desde el principio, enganchado a su botella de Licor 43, le coges cariño y ese feeling ya no te abandona en toda la novela.

Desde luego se disfruta mucho más al conocer todos los parajes en los que desarrolla la novela y eso se agradece un montón. Uno se imagina esos lugares de 1969 casi a la perfección: el barrio de San Antolín, los parajes de campo que casi me conozco de memoria y así un largo etcétera. Unos parajes en los que, por cierto, a veces se ven luces extrañas... Eso me hizo disfrutar el triple.

Estoy de acuerdo con lo de que se podría eliminar la frase promocional aunque eso no le quita interés a su lectura.

Matrícula para Tristante y ojalá que pronto nos deleite con otro libro, yo ya lo estoy deseando.

Wunderkammer dijo...

Por cierto... muy entrañable ese homenaje que hace Tristante a su familia, en el momento en el que salen sus propios padres y hermana y se alude a que el propio autor está a punto de nacer.
Muy buen guiño ;)

Athena dijo...

No recuerdo ese guiño. ¿Puede dar más detalles?

Antonio Rentero dijo...

Cuanod el inspector va paseando por el Malecón se encuentra a un señor y empieza a hablar con él, se supone que es el padre del autor y que su mujer está embarazada del propio Jerónimo ;-)

Athena dijo...

Gracias por la aclaración :)