Esta novela la leí después de ver la película basada en ella y dirigida por Martin Scorsese. Como ya sabrán todos, narra la vida de las clases altas en la Nueva York del último tercio del siglo XIX. En estas altas esferas sociales, todo el mundo estaba conectado por lazos de familia y existían unos linajes que trataban de copiar los de la vieja Europa. La autora nos describe con un detallismo sublime todo lo que rodea estas gentes, que se mueven en un círculo de apariencias, dobles morales y corrección extrema. El que se sale de ese círculo es un paria que no merece respeto ni atención por parte del grupo. En todo este agobiante entorno está el protagonista, Newland Archer, destinado a una vida convencional en la que se debe casar con la joven y discreta May Welland, la perfecta esposa, sumisa y obediente. Él parece aceptar todo con normalidad, porque no deja de ser lo propio de su posición social, pero aparece Ellen Olenska, cuya (mala) fama de mujer libre le precede. La atracción es inevitable y se forma el triángulo amoroso que nos hará ver que las personas no son siempre lo que parecen.
Lo que más me sorprendió de esta novela es que, para ser obra de una mujer, no se centraba en un personaje femenino, sino en uno masculino, cuya psicología está muy bien tratada. Me da que casi mejor que si lo hubiera escrito un hombre. Es sorprendente cómo nos adentra en todas las sensaciones de Newland Archer, sus pensamientos y sentimientos. El afixiante ambiente de la alta sociedad neoyorkina está muy bien descrito, hasta el punto de que lector se agobia con todo lo que le pasa al protagonista.
He visto en imdb que hay versiones de esta novela de 1924 y de 1934. En esta última el papel de Ellen Olenska lo hace Irene Dunne. Yo sólo he visto la versión de 1993. Al principio me resultó muy cansina la voz en off (en versión original es la de Joanne Woodward, y aquí Nuria Espert), pero después la veo muy adecuada, porque en la novela el narrador está muy presente y creo que Scorsese resolvió muy bien esta cuestión. Lo que más me llamó la atención es que, en la novela, los personajes femeninos tienen el físico al revés que en la película; es decir, Ellen es pequeña y morena, mientras que May es rubia. Para mí Scorsese hizo un buen casting, sobre todo con Daniel Day-Lewis, que ese año estuvo nominado por otra película, En el nombre del padre, con una pinta que nada tiene que ver con el elegante Newland Archer. Yo lo hubiera nominado por La edad de la inocencia, no sé que opinarán ustedes.
En conclusión: magnífica novela y mejor adaptación al cine. Sólo los títulos de crédito (música incluida) merecen ya un premio.
Lo que más me sorprendió de esta novela es que, para ser obra de una mujer, no se centraba en un personaje femenino, sino en uno masculino, cuya psicología está muy bien tratada. Me da que casi mejor que si lo hubiera escrito un hombre. Es sorprendente cómo nos adentra en todas las sensaciones de Newland Archer, sus pensamientos y sentimientos. El afixiante ambiente de la alta sociedad neoyorkina está muy bien descrito, hasta el punto de que lector se agobia con todo lo que le pasa al protagonista.
He visto en imdb que hay versiones de esta novela de 1924 y de 1934. En esta última el papel de Ellen Olenska lo hace Irene Dunne. Yo sólo he visto la versión de 1993. Al principio me resultó muy cansina la voz en off (en versión original es la de Joanne Woodward, y aquí Nuria Espert), pero después la veo muy adecuada, porque en la novela el narrador está muy presente y creo que Scorsese resolvió muy bien esta cuestión. Lo que más me llamó la atención es que, en la novela, los personajes femeninos tienen el físico al revés que en la película; es decir, Ellen es pequeña y morena, mientras que May es rubia. Para mí Scorsese hizo un buen casting, sobre todo con Daniel Day-Lewis, que ese año estuvo nominado por otra película, En el nombre del padre, con una pinta que nada tiene que ver con el elegante Newland Archer. Yo lo hubiera nominado por La edad de la inocencia, no sé que opinarán ustedes.
En conclusión: magnífica novela y mejor adaptación al cine. Sólo los títulos de crédito (música incluida) merecen ya un premio.
1 comentario:
Qué bien que está siempre Daniel Day Lewis...
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