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sábado, 22 de noviembre de 2008

Historia de dos ciudades



Para romper el hielo empiezo yo con esta entrada de prueba porque prácticamente está hecha en Un blog y punto. Gracias a Athena estoy leyendo esta gran obra maestra de la literatura universal escrita por el gran Charles Dickens (1812-1870) en 1859. Sé que esta entrada debería haberla hecho ella porque es su novela favorita por lo que si es posible escribir entre dos, sería lo más justo.

No voy tan rápido como quisiera pero me está gustando muchísimo. Ya en Wunderkammer he dedicado dos entradas a declaraciones de amor, en particular de Jane Austen y también incluí un pasaje de Jane Eyre, que narraba el primer encuentro de sus protagonistas. La de Dickens es fundamental incluirla dentro de esa serie de las mejores declaraciones de amor de la literatura universal.

Me parece una no-declaración muy conmevedora y que en cierta medida es como un presagio del final de la novela, por ello la incluyo a continuación, con la traducción castellana que estoy utilizando y con la versión original que Athena incluyó en su blog, que todavía es mucho más emocionante.

P.D. He intentado poner las ilustraciones de Athena pero no me las aceptaba el blog o yo no las he sabido subir. Athena, si puedes y si tienes exactamente la ilustración de este pasaje, por favor adjúntala aquí.

¨Si fuera posible, señorita Manette, que correspondieseis al amor del hombre que tenéis delante: disoluto, desecho, alcoholizado, pobre inútil para toda cosa que valga la pena, como bien sabéis, él comprendería en ese mismo punto y hora a pesar de su felicidad, que os arrastraría a la miseria, al dolor y al arrepentimiento, que os marchitaríais a su lado, y os deshonraríais, y os haría caer con él en lo más bajo. Sé perfectamente que no podéis sentir ningún cariño por mí; tampoco lo pido, y hasta me alegro de esa imposibilidad (...)
- ¿Y no va a quedar nada? ¡Reconsideradlo bien, señor Carton! ¡Intentadlo de nuevo! - No, señorita Manette; en todo ese tiempo he comprendido perfectamente que nada merezco. Y sin embargo he tenido la debilidad, y aún la tengo, de querer que vos supieseis con qué súbito poder me inflamasteis, haciendo brotar llama del montón de cenizas que yo soy... Pero una llama por naturaleza inseparable de mí mismo, que no aviva ni alumbra nada, ni presta el menos servicio, sino que se consume ociosamente."
Y en inglés:
"If it had been possible, Miss Manette, that you could have returned the love of the man you see before you -self-flung away, wasted, drunken, poor creature of misuse as you know him to be- he would have been conscious this day and hour, in spite of his happiness, that he would bring you to misery, bring you to sorrow and repentance, blight you, disgrace you, pull you down with him. I know very well than you can have no tenderness for me; I ask for none; I am even thankful that it cannot be. (...) Will nothing of it remain? Oh, Mr. Carton, think again! Try again! No, Miss Manette; all through it, I have known myself to be quite undeserving. And yet I have had the weakness, and have still the weakness, to wish you to know with what a sudden mastery you kindled me, heap of ashes that I am, into fire -a fire, however, inseparable in its nature from myself, quickening nothing, lighting nothing, doing no service, idly burning away."

12 comentarios:

Wunderkammer dijo...

Esta es una entrada de prueba, cualquier cosa que veamos que no nos convence lo decimos.

No sé si hay que etiquetar así, con el autor y título de la novela, supongo que sí.

Como todos somos tan cinéfilos sería bueno comentar las versiones en cine o televisión.

Bueno, podemos comentar lo que queramos, faltaría más.

Athena dijo...

Tengo que confesar que, al entrar a nuestras Lecturas Reunidas, me ha dado un vuelco el estómago y el corazón por la emoción que he sentido al ver la primera entrada oficial dedicada a esta novela. Veo, querida Wunderk, que no se ha podido resistir a escribir sobre ella sin haberla terminado, lo que es buena señal a mi parecer. Cuando la acabe, ya haremos el libro-forum al alimón, y a lo mejor me lanzo a incluir la ilustración que tengo del momento que usted recoge aquí, porque haberla háyla, je, je.

Las próximas, nuestras Eyres, Orgullos y prejuicios, etc...

Y desde aquí les recomiendo a todos "Zig Zag" de Somoza. Al que le guste el suspense, la ciencia ficción y pasar un poquillo de miedo, que la lea ;)

Wunderkammer dijo...

TERMINADA... todavía estoy llorando. Qué emoción...

Lo lógico, querida Athena, es que la siguiente entrada sea la suya y así comenzamos el libro-forum.

Athena dijo...

Aquí mismo podemos hacer el libro-forum. Es mejor que se quede la entrada como está, porque la lectora, esto es, usted, tiene fresca la novela y sus sensaciones son muy valiosas.

Veo que se ha emocionado pese a que conocía el final pero, ¿qué sabía exactamente de ese final? ¿Y de la historia? Lo que yo llamé en su momento "la gran revelación" no se produce hasta el segundo juicio en Francia contra Darnay, ¿verdad?

A pesar de que Dickens dijera que esta novela era seria, yo le encuentro notas de humor como el "resucitador y honrado comerciante" Jerry Cruncher, la señorita Pross, el pomposo Stryver y el cínico (y maravilloso) Carton, que tiene unas frasazas de museo, vamos. Hay una en especial que recuerdo bien porque hubo un tiempo en que recopilaba frases de abogados, contra ellos más bien, sacados de películas y libros. La frase la dice Carton cuando Stryver le comenta que se avergüenza de él, a lo que nuestro querido personaje le responde "El ser capaz de avergonzarse de algo dice mucho en favor de un hombre que ejerce la abogacía. Deberías estarme muy agradecido." Genial. Seguiremos comentando, espero. Quiero saberlo todo sobre lo que más le ha gustado.

Athena dijo...

He querido editar la entrada para añadir mi dibujo, pero no se puede.

Athena dijo...

Don Antonio, ¿cómo puedo subir un archivo de audio en una entrada? Es que tengo uno que quisiera que oyera Wunderk (y todo el mundo, por supuesto).

Wunderkammer dijo...

He parado para hacer la cena... Pero podemos empezar por la propia declaración, mientras ordeno las ideas.

¿Se atisba alguna atracción en Lucie Manette por Sidney Carton en la novela? ¿Y en la declaración?

Como parece que solamente las entradas pueden ser editadas por el autor lo mejor es que hagas una nueva entrada con la ilustración y seguimos por ahí, que estoy deseando verla.

Wunderkammer dijo...

Estaría bien llamarle a un hijo Sidney, es que, definitivamente, después de leer el final a una le dan ganas de tener un hijo que se llame así...

Pero qué final tan bonito con esos posibles pensamientos que, según Dickens, hubiese tenido Carton al llegar al cadalso. Esa idea de que su vida puede continuar en una persona que se llame como él, que tendrá una vida mejor que él, aunque no sea su hijo... Uau!!!

El nombre es bonito pero luego todo el mundo preguntaría por qué se llama así, algo como lo de Jude Law o algún otro con nombre raro que se pasa la vida explicando que sus padres eran fan de tal o cual cosa. Aunque por lo menos está bien... después de que Gwyneth Paltrow haya llamado a su hija Apple cualquier cosa es posible.

Athena dijo...

Estos anglosajones es que ponen unos nombres que ríase usted de las advocaciones marianas que tenemos en España.

La relación Lucie-Carton: ella es la única que lo comprende, porque él le ha mostrado su verdadera personalidad, la de un hombre de buenos sentimientos. Pero su inseguridad le hace ser cínico y desagradable ante los demás. A mí me encanta que la hija de Lucie y Darnay lo quiera tanto, como si pudiera leer su alma y su corazón y no lo juzgara por su apariencia solamente. Es muy tierno, ¿no cree?

Wunderkammer dijo...

De la historia no sabía nada en un principio. Conforme la leía me ha dado la sensación de que vi una serie de televisión los sábados por la tarde, creo, que tenía como fondo la Revolución Francesa, pero no estoy segura, porque no me acuerdo bien y lo mismo no era Historia de dos ciudades.

Casi desde el principio me dio por ir a YouTube y lo primero que vi fue la secuencia final de la película de 1935. Pero eso no le ha quitado interés a la novela. Además Dickens se pone en plan profético varias veces en la novela, la misma no-declaración de amor es ya un tanto fatídica.

Wunderkammer dijo...

Sí, lo de que la hija también lo comprende es muy bonito.

Dickens dice: "Ningún hombre ha querido nunca de verdad a una mujer, la ha perdido y la ha frecuentado luego con pensamiento limpio, pero inalterado, al ser esta mujer esposa y madre, sin que sus hijos le hayan manifestado una extraña simpatía, una instintiva y delicada compasión. Qué sutiles y ocultas sensibilidades se despiertan en tales casos, no hay ecos que lo cuenten. Pero sucede así, y así sucedió en esta historia".

Athena dijo...

Me encanta ese fragmento. Y continúa diciendo que fue Carton la primera persona de fuera de la casa a la que la pequeña Lucie le tendió sus brazos. Qué bonito...